“Guerra de precios” entre Occidente y China por el litio: las oportunidades que ven en la Argentina

Un empleado agarra carbonato de litio luego de ser procesado en la planta de litio de Rincon Mining, en la provincia de Salta.Foto: Agustín Marcarian/Reuters
Un empleado agarra carbonato de litio luego de ser procesado en la planta de litio de Rincon Mining, en la provincia de Salta.Foto: Agustín Marcarian/Reuters

Los fabricantes de baterías para autos eléctricos de Estados Unidos y Europa aseguran que se enfrentarán a una grave escasez de litio en los próximos años. En el país, en tanto, el sector considera que esa advertencia es el eje de una “guerra de precios” entre las potencias occidentales y China, el mayor productor mundial del mineral.
En Estados Unidos y Europa, el boom de producción y ventas de vehículos eléctricos choca con una advertencia de los fabricantes: no hay capacidad suficiente para fabricar baterías, cuyo un componente central es el litio. El principal productor mundial del insumo es China, que no tiene problemas para fabricarlas.
Los automóviles a batería pueden pasar del 10% de las ventas mundiales de vehículos en 2021 al 40% para 2030, de acuerdo con un informe de Bloomberg NEF. Ese significativo aumento podría equivaler a la producción de entre 25 y 40 millones de vehículos eléctricos por año a escala global.
La cifra refleja la necesidad de fabricar baterías a gran escala, ya que la proyección de demanda de vehículos eléctricos se multiplicará por seis para 2030.
Con 6,6 millones de unidades comercializadas en 2021 a nivel mundial -la mitad de ellas, en China- las ventas de vehículos eléctricos se duplicó en un año y ya representa el 10% de las operaciones de coches nuevos.
En la Argentina, esta industria es incipiente, pero busca tomar impulso.
China es también el mayor fabricante de baterías del mundo: ese país alberga cerca del 80% de la capacidad actual de producción de celdas de litio. Recientemente anunció una inversión de US$7500 millones para construir su segunda “gigafábrica” (fábrica de batería de iones de litio), que estará ubicada en Hungría.
El gigante asiático produce el 75% de las baterías de litio-ion, la tecnología dominante, y a la vez controla más de la mitad de las capacidades de transformación y refinado del litio, del cobalto y del níquel.
El magnate Elon Musk, dueño de la fábrica de autos eléctricos Tesla, describió la refinación de litio como la parte difícil en el complejo proceso de sacar las materias primas de la tierra y colocarlas en los automóviles.
En tanto, el semanario británico The Economist consideró que si la industria de vehículos eléctricos de Occidente logra asegurar su capacidad de fabricación de baterías, aún enfrentaría un gran problema en la cadena de suministro, que es la refinación, donde Beijing es casi monopólica: las empresas de ese país refinan casi el 70% del litio del mundo, el 84% del níquel y el 85% del cobalto.
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La consultora norteamericana en Wood Mackenzie fue contundente con relación a la problemática planteada por las baterías: “no hay escasez de litio, pero simplemente no hay suficientes proyectos que estén en funcionamiento a tiempo para satisfacer la demanda. Estamos razonablemente seguros de que se abrirá un déficit en 2030 debido principalmente a la falta de nuevas inversiones en los primeros días de esta década”.